Benchmarking
Traducido literalmente, "benchmark" es la marca que se emplea para señalar el nivel que alcanzaron los ríos durante inundaciones que se produjeron en años precedentes. A partir de esta primera acepción, algunos diccionarios de lengua inglesa definen "benchmark" como "punto fijo o criterio de referencia". Otros lo definen como "una señal de referencia sobre la que establecer comparaciones".
En el entorno empresarial, el término "Benchmarking" se utiliza en la actualidad para hacer referencia a un instrumento de mejora que, integrado con otras técnicas de gestión de calidad, va mucho más allá de la simple comparación entre empresas o departamentos.
Su utilidad radica en la enorme potencialidad de generación ideas de mejora que se obtiene con la simple comparación de nuestros procesos y actividades, con los de otras organizaciones o empresas consideradas como lideres. Posteriormente, y puesto la comparación no representa nada más que el primer paso dentro de un proyecto de benchmarking, vendrá una adaptación y un ajuste de dichas ideas para que se puedan implantar sin problemas en nuestra propia empresa.
Por tanto, debido a la complejidad que supone la realizaci6n de un estudio de benchmarking, normalmente, se requiere un proceso previo de formaci6n sobre el método y las técnicas necesarias para su aplicación.
En que nos ayuda 'Benchmarking'
La aplicación sistemática de la técnica del benchmarking dentro de una empresa puede servir de soporte, en muchos casos imprescindible, para mantener vivo todo el programa de mejora continua, puesto que facilita:
- El planteamiento de nuevas preguntas, basadas en la observación de las mejores prácticas. La búsqueda de respuestas puede ayudar a encontrar el camino de la excelencia en la actuación propia.
- Una mejor comprensión de los procesos propios, identificando cuales tienen un mayor impacto en la actuación de la empresa, y cuales, debido a su precaria situación, requieren de una actuación de mejora mas urgente.
- La existencia de una visión mas amplia, que permita conocer mejor las necesidades presentes y futuras de los clientes y la forma, de satisfacerlas.
- La generación de nuevas ideas para mejorar, adicionales a las aportaciones internas que se derivan de la mejora gradual, que se produce con el autoaprendizaje realizado en el trabajo diario, y de ideas propias, poco contrastadas.
- El inicio de un proceso de aprendizaje activo en la empresa a través de la introducción de nuevos hábitos de observación y de adaptación permanente de otras prácticas empresariales.
- El establecimiento de una actitud de urgencia por alcanzar objetivos que otras empresas ya han logrado, eliminando la autocomplacencia con la actuación propia.